Diseño y análisis crítico del turismo a partir de dinámicas urbanas
Abstract
Berlín y turismo son dos realidades que actualmente van entrelazadas. La capital es la primera ciudad que se ha convertido en una imagen de marca y ha diseñado un estilo propio. Su singularidad radica en que no son tanto sus monumentos o su urbanismo los que atraen, sino su espíritu. Hablamos del multiculturalismo, el arte callejero o la ruptura que propicio la caída del muro. No hay ningún otro escenario en el que se puedan apreciar tan vivamente los momentos más intensos del S. XX como en Berlín. Estamos ante una ciudad que en la actualidad sigue teniendo mucho peso, de aquí salieron en gran parte las políticas europeas que condicionaron en el continente la última gran crisis económica mundial. Su alcalde más carismático Klaus Wowereit le facilitó el primer eslogan que diseñaría la línea de los que vendrían después “Berlín es pobre pero sexy”. Berlín es bastante menos pobre ¿pero sigue siendo sexy? Las dinámicas que alimentan el turismo no siempre le son favorables. A pesar de que trata de poner medidas para frenar los efectos más perjudiciales de la urbanización, la gentrificación y el turismo masificado, no han sido capaces hasta ahora de llegar a un desarrollo sostenible. Todo lo anterior ha dado lugar a movimientos en contra del turismo que analizaremos con perspectiva crítica en este artículo.