Abstract

En Colombia, los estudios sobre políticas públicas de Salud Sexual y Reproductiva (SSR) han dado cuenta de la existencia de un fenómeno denominado “voces oficiales”, consistente en que en la formulación y ejecución de estas han existido unas voces privilegiadas en la interlocución con el Estado. De modo que, en las políticas públicas sobre SSR se han reflejado sus preocupaciones, percepciones-visiones al respecto y los planes, programas y proyectos corresponden a sus experiencias vitales. Al mismo tiempo, se ha creado un registro subalternizado respecto de poblaciones pertenecientes a la alteridad -quienes han sido históricamente discriminadas y excluidas en el país- cuando los instrumentos de política pública sobre SSR no recogen sus voces. Las de comunidades como los afrodescendientes, quienes no son tenidos en cuenta para la construcción de estos instrumentos legales y que no reconocen en ellos sus experiencias de vida, sus cosmovisiones, ni preocupaciones. De modo que, estos planes, programas, proyectos asociados a la SSR resultan inoperantes, inoportunos e ineficaces. Acerca de esta denuncia nos hablan una serie de textos académicos (presentados aquí) que vuelven sus ojos sobre las narrativas de las personas negras en dos territorios del Pacífico colombiano: Guapi y Buenaventura. Textos -algunos de ellos-, escritos por mujeres negras, que nos permiten reflexionar sobre el racismo epistémico y la importancia de la investigación con sentido ético-político.